El calentamiento global extermina a los lagartos

Un grupo internacional de científicos acaba de encontrar la pistola humeante que demuestra que el cambio climático ya ha disparado una extinción masiva de miles de especies de seres vivos. El equipo, con participación del investigador del CSIC Ignacio de la Riva, ha constatado que el 12% de las poblaciones de medio centenar de especies de largartos y lagartijas mexicanas ha desaparecido desde 1975. Sus hábitats están intactos, salvo que la temperatura ha aumentado unos tres grados en los últimos 35 años. El único culpable de su desaparición es, según los investigadores, el cambio climático.

La hecatombe de las lagartijas observada en México, y constatada en otros puntos de cuatro continentes, ha servido a los científicos para elaborar un modelo matemático que permite predecir el futuro de estos reptiles. Según su bola de cristal, 1.300 de las 5.100 especies de lagartos y lagartijas conocidas, el 20%, se habrán esfumado en 2080 por culpa del calentamiento global. Antes, en 2050, el 6% de las especies habrá desaparecido.

El ecólogo Barry Sinervo, coordinador de un equipo de 26 expertos de 12 países, presentó ayer su estudio en el congreso Media for Science Forum, organizado en Madrid por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt) y patrocinado por Público. Sinervo, de la Universidad de California en Santa Cruz (EEUU), explicó que el aumento de la temperatura hace que los lagartos y las lagartijas, incapaces de regular su temperatura corporal por sí mismos, se escondan del sol, reduciendo su actividad. Este reposo obligado les impide alimentarse y reproducirse, multiplicando el riesgo.

 El ecólogo Barry Sinervo, con una de las lagartijas mexicanas estudiadas.

  El ecólogo Barry Siervo, con una de las lagartijas estudiadas

 

 

"Got" abre la puerta a un futuro banco de tejidos contra la extinción animal.

El primer toro de lidia clonado,  nacido este martes del vientre de una vaca lechera en una granja de Palencia, abre la puerta a la posibilidad de crear un banco de tejidos para evitar así la desaparición de animales de gran valor genético en vías de extinción.

El becerro "Got" ('vaso' en valenciano), clon del semental de nombre "Vasito" (fallecido hace un año y perteneciente a la ganadería sevillana de María Luisa Domínguez y Pérez de Vargas (encaste Pedrajas)), nació ayer en una granja situada en Melgar de Yuso (Palencia), del vientre 'de alquiler' de una vaca frisona.

Este alumbramiento, al que en las próximas horas seguirá otro clon del mismo semental y en la misma explotación agropecuaria, culmina un trabajo de tres años que ha presentado esta mañana en Frómista (Palencia), a escasos kilómetros de Melgar de Yuso, el doctor Vicente Torrent, responsable del proyecto.

Con un presupuesto de 28.000 euros, un equipo formado por ocho veterinarios ha concluido una labor que inicialmente comenzó con ejemplares de lince ibérico y que posteriormente derivó hacia el toro de lidia con la colaboración del ganadero Alfonso Guardiola y el fin de demostrar la viabilidad y ventajas de un banco de tejidos.

Ese tipo de depósitos permitiría la preservación "de animales de gran valor genético" mediante la conservación de tejidos procedentes de sementales de especies amenazadas o en peligro de extinción, a partir de las cuales se pueden clonar ejemplares mediante la obtención de células (fibroblasto) desde las cuales se extraería el núcleo, portador de la información genética.

Eso es lo que se ha hecho en el caso de "Got", según ha explicado en una rueda de prensa el doctor Vicente Torrent, director del equipo de investigación de la Fundación Valenciana de Investigación Veterinaria (VIVE), a quien han acompañado la bióloga del mismo centro Rita Cervera, y el veterinario Julio César Díez. "Mediante la conservación estándar de tejidos podemos obtener individuos en cualquier momento", ha manifestado el científico.

Permitirá preservar "animales de gran valor genético", dicen los científicos

El proceso comenzó con la obtención de medio centímetro cuadrado de piel del semental "Vasito" y continuó con la introducción del núcleo de una de sus células en el interior de un ovario de vaca para consumo humano, que posteriormente se desarrolló hasta generar el embrión que finalmente se implantó en varias madres vacunas 'de alquiler'.

Tres de esos vientres admitieron la gestación del clon: dos de ellas pertenecientes a vacas frisonas propiedad del ganadero palentino Javier Azpeleta, y la restante, que parirá en agosto, es una vaca brava que ahora pasta en una finca gaditana propiedad de Javier Guardiola Domínguez.

El primer clon de un toro de lidia en la historia de la ciencia animal se llama "Got", y pesó 24,7 kilos al nacer casi dos días después de haber sido inducido su parto, ha explicado el doctor Torrent acerca de lo que ha definido "como un sueño largamente perseguido", y que hace dos años emprendió en solitario y sin éxito, por razones administrativas, el ganadero de bravo Victoriano del Río.

"Mediante la conservación de tejidos podemos obtener individuos en cualquier momento"

La clonación, según el doctor Torrent, asegura una réplica fidedigna de la lámina o el fenotipo, pero no así de su genotipo o carga genética, que en gran medida depende del entorno en que crezca el animal reproducido, un proceso que la ciencia define con el término de 'epigenética'.

Esa es la razón por la cual se ha clonado ese semental de lidia en diferentes vacas y de razas antagónicas (mansas y bravas), que pastan y conviven en entornos opuestos (explotaciones comerciales y dehesa de lidia), con la finalidad de observar la evolución de su comportamiento conforme a la genética de la cual deriva.

En el caso de "Got", que ya se sostiene, éste permanecerá aún unas doce semanas en los establos de Melgar de Yuso, donde la vaca paridera gestó en absoluta soledad y donde en las próximas horas verá la luz un nuevo clon.

La elección de la explotación agropecuaria responde a criterios de los investigadores que han visto en esas instalaciones las condiciones adecuadas para realizar ese proyecto, financiado la Diputación de Castellón y al que se ha prestado el criador Alfonso Guardiola, que goza de gran popularidad y prestigio en la capital de La Plana, ha explicado el doctor Torrent.

Ecologistas en acción advierten de la preocupante situación del oso pardo en los pirineos.

 

Ecologistas en Acción ha advertido este martes de que la supervivencia del oso pardo en el Pirineo tiene un "negro futuro" (con una población menor de 20 ejemplares), con motivo de la  celebración del Día Mundial de la Biodiversidad el próximo sábado, 22 de mayo.

 

 

Treinta asociaciones de Francia, Andorra y Españas implantadas en los Pirineos, entre ellas Ecologistas en Acción, han decidido aunar esfuerzos para la conservación de esta especie y su hábitat. En un comunicado, se considera que la situación es crítica si no se realiza un urgente reforzamiento de dos o tres hembras.

De este modo subraya que se debe presionar a las administraciones para que actúen de manera coordinada con el fin de conseguir que la población sea visible y aprobar la coordinación de los planes de recuperación territorial en todo el Pirineo.

El modelo a seguir según Ecologistas en Acción es el modelo francés mediante la liberación de ejemplares.

 

 

  

Ojos cerrados y nariz arrugada: ¿adivina lo que siente este ratón?

 

Es dolor. Científicos han descubierto que los roedores realizan los mismos gestos que los humanos cuando sufren

 

                            

 
 
El ratón acaba de recibir una dolorosa inyección de ácido acético. Su reacción es inmediata. Cierra los ojos y aprieta el área alrededor de los mismos. El hocico y las mejillas se inflan. Si en vez de un roedor hubiera sido usted el receptor del pinchazo, probablemente su cara se habría transformado de la misma forma. Sabíamos que los gestos faciales son un idioma universal que, más allá de la cultura, compartimos los seres humanos de distintos puntos del planeta: la sonrisa, el llanto, un semblante apenado... pero algunas de estas expresiones también pueden saltar la barrera de la raza humana. Científicos canadienses han estudiado por primera vez las expresiones faciales de dolor en animales para llegar a una sorprendente conclusión: los ratones, que son las criaturas utilizadas en la investigación, muestran su malestar de la misma manera que nosotros. Ponen la misma cara cuando sufren.
Para analizar las expresiones faciales en ratones, un equipo dirigido por la genetista Jeffrey Mogil de la Universidad McGill en Montreal (Canadá) adaptó un sistema de codificación utilizado para medir el dolor en los bebés. Los científicos, con la ayuda de psicólogos estudiosos del dolor humano de la Universidad British Columbia en Vancouver, compararon unos vídeos de 30 minutos de duración en los que se observaba a unos ratones antes y después de recibir una dolorosa inyección de ácido acético. Los investigadores detectaron cinco signos indicativos de dolor en los ratones. Tres de ellos son similares a las respuestas humanas: cerrar los ojos, apretar el área alrededor de los mismos e inflar el hocico -la nariz, en el caso de las personas- y las mejillas. Además, los ratones también empujaban las orejas hacia atrás y movían los bigotes.
Más dolor, más muecasLa escala elaborada por los científicos consiguió detectar el dolor en las cobayas para experimentos que habitualmente realizan los científicos en laboratorio. Las muecas fueron más pronunciadas cuando el dolor se prolongaba durante minutos u horas, especialmente cuando la molestia atacaba las articulaciones o los órganos internos, o cuando era más intenso. Daños superficiales como la inmersión de la cola en agua caliente no causaban tantas muecas y cuando el ratón recibía un calmante, las expresiones se suavizaban o desaparecían. Estas conclusiones han sido publicadas en la revista Nature Methods.
Los científicos creen que, posiblemente, estas expresiones de dolor pueden reconocerse en otros mamíferos. Descifrar las expresiones faciales de los animales permite a los investigadores descubrir señales para controlar el dolor espontáneo. Por ejemplo, podría ayudar a los veterinarios a conocer si un animal siente molestias después de una operación con sólo mirarle la cara. Y lo que es muy importante, también puede ser útil en la investigación de nuevos analgésicos para uso humano.
Sin ir tan lejos, reconocerse a uno mismo en la expresión de un ratoncillo puede, al menos, hacernos bajar del trono de la creación por un instante y darnos algo sobre lo que reflexionar.
 
 

 

El lagarto que no obedece a Darwin 

 

Los lagartos de la Martinica, en el mar Caribe, se saltan las leyes de Darwin. A pesar de que sus ancestros han vivido separados durante millones de años, estos animales siguen siendo genéticamente compatibles, es decir, una sola especie de acuerdo al concepto clásico. El hallazgo, publicado en PLoS Genetics, presenta la excepción a la regla que Darwin formuló en su mítica visita a las islas Galápagos.

Durante su viaje a bordo del Beagle, Charles Darwin tomó como ejemplo al pinzón para pergeñar su teoría de cómo surgen las especies. Los diferentes linajes que vivían en islas separadas iban acumulando diferencias durante muchas generaciones hasta un punto de no retorno. Si esos pinzones que habían evolucionado separados durante miles de años volvían a encontrase, no podrían tener descendencia porque ya no serían la misma especie. Se trata de la especiación por aislamiento geográfico, que sigue siendo un firme baluarte de la biología y la genética en todo el mundo, pero que, como cualquier otra teoría, tiene flecos sueltos.

La Martinica es un laboratorio perfecto para poner a prueba esta teoría, pues esta isla francesa estaba separada en cuatro trozos de tierra hace ocho millones de años, cuando llegaron los actuales ancestros del Anolis roquet, lagartos conocidos como anoles. El equipo de Roger Thorpe, de la Universidad de Bangor (Reino Unido), tomó muestras de tejido de la cola de cientos de lagartos de toda la isla, desde los que viven en las paradisíacas playas a los que habitan las zonas más rocosas y áridas. Los análisis de su ADN comprobaron que todos descienden de los cuatro linajes que habitaban cada uno de los fragmentos en los que estaba dividida la isla.

Cuando analizaron el número de cambios genéticos en el genoma de los animales, descubrieron que no tenían diferencias suficientes para ser considerados especies distintas, y que, a lo largo de la historia, ha habido cruce entre las poblaciones después de que las erupciones volcánicas juntasen los trozos de Martinica. De hecho, las diferentes poblaciones que hoy habitan la isla son más diferentes entre sí que las poblaciones originarias que vivían separadas.

 

 

 El árbol enfermo de plaga turística:

La sabina centenaria de El Hierro está en peligro por los visitantes que arrancan ramas como recuerdo.

 

El símbolo vegetal más famoso de El Hierro está en peligro. La culpa no la tiene una enfermedad incurable, ni siquiera sus más de cinco siglos de edad. La amenaza se llama turismo. O más exactamente, un tipo de visitante cada vez más numeroso y menos respetuoso. "La van a dejar calva", asegura preocupado Juan Bautista, técnico de la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo herreño. Y así va a terminar si no se consigue poner fin a una extraña moda cada vez más popular entre los turistas, arrancarle trozos como recuerdo del territorio más occidental de España.

"Todo es un problema de concienciación ciudadana, pues no podemos poner un vigilante las 24 horas del día", justifica Bautista. "Es un problema de falta de respeto", matiza el agente de Medio Ambiente Andrés García, escandalizado ante el comportamiento incívico de quienes se acercan a conocer a la vieja sabina. Muchos tratan de grabar su nombre en la dura corteza, ajenos al daño que ocasionan, e incluso roban los carteles.

Los expertos están preocupados. Bernabé Moya, director del departamento de árboles monumentales de la Diputación de Valencia, le augura un negro futuro a la sabina herreña. En su opinión, pisar reiteradamente el tronco y las ramas hiere al ejemplar, reduciendo la llegada de alimento y abriendo vías de entrada a las plagas. Algo aparentemente tan inocuo como acercarse para verlo o hacerse una foto, incluso para abrazarlo, puede también dañarlo, pues el pisoteo compacta el suelo, mermando la salud del árbol. Según Ignacio Abella, miembro del Observatorio Convergente de Árboles Singulares de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, "un grupo de 15 personas pesa más de una tonelada. Al igual que es posible matar una vaca a besos, también es perfectamente posible matar una sabina milenaria con abrazos. Tan sólo hacen falta miles de ellos en muy poco tiempo".

El turismo es aún incipiente en El Hierro, declarada en su integridad Reserva de la Biosfera por la Unesco. A pesar de ello, y según cálculos de la Administración insular, en Semana Santa la sabina recibe la visita de 1.200 personas diarias, una agresión constante que, de acuerdo con la opinión de Moya, "debilita al ejemplar y su anclaje, incrementando el riesgo de desarraigo".

Sin protección

A pesar de su fama, y como la mayoría de los árboles singulares canarios, la sabina de El Hierro carece de una protección legal específica. Ni siquiera un cartel donde se pida respeto para el ejemplar, donde señalar todos esos usos incompatibles con su supervivencia. También carece de un perímetro de seguridad donde limitar el acceso a los visitantes, como ya se hizo hace tiempo con otro gran símbolo vegetal canario, el drago milenario de Icod de los Vinos (Tenerife).

En el caso herreño, la posibilidad de vallar el árbol no se contempla. "Perdería todo su encanto", justifica Bautista. Como alternativa, Moya propone ordenar el uso del espacio para compatibilizar la salud del árbol con la recepción de las visitas. Algo sólo posible desde la aprobación de un plan de gestión donde se controle periódicamente su estado de salud. Un programa de educación ambiental ayudaría a preservar este elemento esencial del patrimonio canario. A que no muera de éxito.

 

 

Hallan una «guardería» de tiburones gigantes de 10 millones de años:

 

 

Las zonas de cría de tiburones son muy poco conocidas, pero si además esa «guardería» tiene millones de años, el descubrimiento es sorprendente. Investigadores de la Universidad de Florida han encontrado en Panamá un antiquísimo «vivero» de 10 millones de años donde criaban los megalodon gigantes, también conocidos como «Gran diente» y considerados el tiburón más grande de todos los tiempos. La bestia podía superar los 20 metros de largo y tenía el aspecto de un enorme y pesado tiburón blanco. Los científicos llegaron a la conclusión de que habían descubierto el «nido» tras encontrar 400 dientes fosilizados de tiburón en una marina panameña que conectaba el Océano Pacífico y el Caribe durante el Mioceno. La mayoría de las piezas eran sorprendentemente pequeñas. No se trataba de una cuestión de tamaño, sino de edad.
«El comportamiento no se fosiliza, pero hemos sido capaces de interpretar las estrategias de protección de los tiburones extintos con sus crías», explica la autora principal del estudio, Catalina Pimiento, investigadora del Museo de Historia Natural de Florida.
El equipo recogió 400 dientes entre 2007 y 2009 de la Formación Gatún, que conectaba el Pacífico y el Caribe durante el Mioceno tardío. La mayoría de los 28 Carcharocles megalodon a los que pertenecían los dientes eran muy pequeños.  
Al principio, los investigadores creían que se trataba de piezas pequeñas de la mandíbula o a un tamaño menor de la especie, pero análisis más exhaustivos determinaron que, en realidad, la mayoría se trataba de crías, con tamaños nada desdeñables de entre 2 y 10,5 metros de longitud. Posiblemente, las madres dejaban a sus retoños en las aguas someras que cubrían Panamá antes de la formación del istmo para protegerlos de posibles predadores. Los pequeños pasaban en esta área de crianza sus primeros años.
El descubrimiento, publicado en la revista PLoS ONE, puede proporcionar nuevas pistas para conocer mejor a esta especie todavía tan enigmática
  

 

 

Las primeras aves, torpes como un pavo  

            

 

El imaginario colectivo nos empuja a pensar en las primeras aves como extraordinarios animales que cruzaban los cielos hace 140 millones de años, pero su capacidad ha sido sobrevalorada. Ni volaban de árbol en árbol como los pajarillos modernos ni tenían la capacidad de recorrer grandes distancias por el aire. Sus alas no estaban lo suficientemente desarrolladas para un vuelo poderoso, así que tenían que conformarse con unos torpes aleteos de pavo o, como mucho, con intentos de planear que apenas les separaban del suelo. Esta es la conclusión de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Manchester en Reino Unido y del University College de Dublín (Irlanda) tras analizar las plumas de dos de las primeras aves, el Archaeopteryx y el Confuciusornis. El trabajo aparece publicado en la última edición de la prestigiosa revista Science.
Para echar a volar, las aves necesitan plumas fuertes que puedan soportar su peso sin romperse. En las aves modernas, esta fuerza viene del eje central de la pluma, el pequeño canalillo que la endurece a lo largo de su longitud y que es hueco para reducir el peso.
¿Cumplían estas condiciones las primeras aves? La habilidad para volar tanto del Archaeopteryx, que vivió en el período Jurásico superior hace 140 millones de años, como del Confuciusornis, una especie del Cretácico inferior del tamaño de un cuervo y de 100 millones de años, ha sido motivo de controversia. 
Para dilucidar el problema, los investigadores Robert Nudds y Gareth Dyke estudiaron los fósiles de las aves y encontraron que los ejes de sus plumas eran más delgados que los de sus congéneres actuales. Demasiado para poder soportar su peso. Los científicos calcularon las distintas fuerzas que actúan sobre las plumas durante el vuelo y detrminaron que aún cuando los ejes eran sólidos, no habrían sido lo suficientemente fuertes como para permitir el deslizamiento. Por lo tanto, el «vuelo con motor» surgió más tarde en la historia de la evolución de las aves.
 
 
 
 

Las plagas, efecto secundario del algodón transgénico insecticida

 

 

El cultivo a gran escala en China de algodón transgénico, con genes de bacterias insecticidas, está provocando un aumento de otras plagas, que afectan a cultivos hasta ahora libres de ellas, ha hallado un estudio realizado a lo largo de 10 años. El algodón Bt expresa proteínas de la bacteria Bacillus thurigiensis, que controla algunos insectos, con lo que es necesario utilizar menos insecticidas externos para obtener la misma producción. En el norte de China su amplio uso ha llevado a la multiplicación de poblaciones de otros insectos no afectados por la bacteria, especialmente los míridos, cuya presencia antes era marginal, explica el equipo dirigido por Yanhui Lu en la revista Science.

Los investigadores creen que el gran aumento en los últimos años de las poblaciones de míridos en la región estudiada se debe a que no resultan afectados por la bacteria y a que se ha venido utilizan una cantidad menor de insecticida. Los míridos se alimentan de una amplia variedad de plantas y los investigadores señalan que resultan por primera vez una amenaza para otras cosechas, entre ellas las de uvas, manzanas, melocotones y peras.

Este estudio demuestra cómo un cambio en la estrategia de control de plagas que tiene como objetivo una sola plaga puede desembocar en la extensión de otras e indica la importancia de que se haga un análisis previo a su implantación, señalan los científicos, de la Academia China de Ciencias Agrícolas y otras instituciones chinas.

Los míridos son insectos muy comunes y altamente perjudiciales para muchas cosechas. En la península Ibérica se conocen al menos 500 especies de míridos. 

 

 

Lagartos muertos de calor

 

 

El cambio climático amenaza con extinguir el 20% de las especies para 2080 y alterar así el control de plagas de insectos y la alimentación de las aves .

                                                    

Pese a que los estudios de cambio climático destacan como uno de sus impactos las extinciones de especies, existen aún pocas investigaciones que demuestren tal efecto. De ahí la importancia de un estudio que abarca todo el mundo y que sitúa a los lagartos y las lagartijas como víctimas claras del calentamiento. Un 20% de las especies pueden desaparecer en 2080 si no se atenúa el cambio climático. Aunque se tomen medidas para evitar un aumento excesivo y rápido de las temperaturas, para el 6% de las especies de lagartos y lagartijas es ya demasiado tarde: se habrán extinguido en 2050.El estudio se basa en observaciones en 200 sitios de Europa y México Los saurios dependen del calor ambiental para su regulación térmica La desaparición de estos saurios puede tener efectos notables ya que, por un lado, son alimento de aves y otros animales, pero ellos mismos son depredadores, por ejemplo, de los insectos, regulando sus poblaciones y plagas.Puede sorprender un efecto tan letal del calentamiento en unos animales que suelen estar al Sol, en condiciones de calor. Pero su biología, su regulación térmica, pone un límite. Los lagartos y lagartijas necesitan exponerse al calor ambiental, pero se retiran a refugios frescos cuando es excesivo y aquí es dónde el aumento de la temperatura resulta fatal, ya que el tiempo que pasan refugiados no están buscando comida y, si ese tiempo aumenta porque hace fuera más calor de lo normal, comen menos. Esto repercute en su reproducción y, por tanto, en la supervivencia de la especie.

"Nuestros resultados indican que los lagartos han cruzado ya el umbral de la extinción", afirman hoy en la revista Science los 26 expertos de 12 países, liderados por Barry Sinervo (Universidad de California en Santa Cruz), que han realizado la investigación. El aumento de la temperatura en primavera es clave ya que es la época de reproducción de los lagartos, puntualizan los científicos.

El estudio partió de observaciones en Europa y en México, donde se investigaron poblaciones de 48 especies en 200 sitios, muchos de los cuales habían sido analizados desde 1975; en el 12% de esos lugares habían desaparecido estos reptiles en 2009. En la península de Yucatán, por ejemplo, se registró un aumento de temperatura en primavera de dos o tres grados centigrados, dijo ayer Sinervo, en una presentación celebrada en Madrid, en el congreso Media for Science Forum, acompañado del experto español Ignacio De la Riva (CSIC) y de Jean Clobert (del CNRS francés).

A partir de los lagartos de México, los científicos recabaron datos en el resto del mundo y han elaborado un modelo matemático de riesgo de extinción basado en las variables climáticas y las fisiológicas relacionadas con la regulación térmica de los reptiles. A continuación, para asegurar sus resultados, han validado el modelo con experimentos y observaciones de poblaciones en diferentes partes del mundo.

Los lagartos vivíparos corren mayor riesgo que los ovíparos, siendo los primeros una adaptación a entornos más fríos. También es mayor el peligro de extinción en especies que ocupan territorios altos, por ejemplo, en montañas: por un lado no pueden escapar más allá de las cumbres; por otro, están expuestos a la competencia de los recién llegados, es decir, de las especies que llegan de terrenos más bajos.

"En España, el cambio climático modificará la distribución de varias especies de saurios típicos de la península Ibérica, poniéndolas en peligro en muchos casos", comentó De la Riva. De hecho, el estudio presentado en Science hace referencia a extinciones locales en Europa para una de las especies presentes en España: la lagartija turbera.

Según explicó Clobert, la extinción masiva de lagartos en Europa se producirá en el Sur del continente por el aumento de las temperaturas, reduciendo tanto su actividad vital como la humedad del hábitat. 

 

 

 Una flor con protección policial

 

 

Un dispositivo policial tratará de impedir que alguien dañe o robe un ejemplar de orquídea, de una especie de flor muy rara, que ha florecido en un campo de golf de Lancashire, al norte de Inglaterra.

Se trata de uno de los pocos ejemplares conocidos de la orquídea Lady's Slipper (Zapatito de Dama), considerada la flor más rara del Reino Unido, que toma su nombre por su forma, similar a un zapato de mujer.

La Policía de Lancashire se ha hecho cargo de la vigilancia de este ejemplar que acaba de florecer en el campo de golf Silverdale en Carnforth ya que es uno de los más codiciados por los coleccionistas de orquídeas.

La planta está estrictamente protegida por ley, ya que incluso para tocarla hace falta un permiso del servicio para la naturaleza de Inglaterra. En los últimos seis años se registraron dos intentos de robo de esta flor de intensos tonos amarillos y morados, por la que los coleccionistas están dispuestos a pagar más de 5.000 libras (unos 5.700 euros).

La policía patrulla la zona para asegurarse de identificar a cualquiera que trate de cortar o dañar la planta y no descartan instalar un servicio de vigilancia a través de cámaras de vídeo.

El policía Duncan Thomas explicó en declaraciones al periódico The Independent que llevan años protegiendo este ejemplar, una de las doce orquídeas Lady's Slipper que se calcula que existen en todo el Reino Unido, "porque es impresionante la rareza de esta flor y, desgraciadamente, hay personas que tratan de robarla".

 

 

Se inaugura el Seminario Nacional sobre el Urogallo Cantábrico

El director de estudios y proyectos de la Fundación Biodiversidad junto a la directora general de Biodiversidad del gobierno de Cantabria y el director adjunto del Parque Nacional de Picos de Europa el 14 de abril del 2010 han inaugurado el Seminario Nacional sobre el Urogallo Cantábrico.

Organizado por la Asociación para la Conservación del Urogallo (ACU) el seminario cuenta con más de 70 técnicos de todas las Comunidades Autónomas con presencia de urogallo, con miembros de ONG, científicos y empresas privadas. El encuentro se centra en las experiencias de gestión forestal para esta especie, cuyo estudio ha sido realizado los últimos meses por la ACU en el marco de un proyecto en colaboración con la Fundación Biodiversidad.

El urogallo es una especie sobre la que la Fundación Biodiversidad esta realizando un especial esfuerzo dada la extrema situación de riesgo de sus poblaciones debido al declive sufrido en las últimas décadas, que la ha situado al borde de la desaparición.

La Fundación ha desarrollado en los útimos años trabajos de mejora del hábitat como la instalación de colmenas de abejas para fomentar la polinización de frutales que sirvan de alimento para la especie.

 

 


Desde aquí podrás ver otras webs con las que completar tu información. 

ccqc.pangea.org/cast/sosteni/soscast.htm